50 AÑOS DE LA ESCUELA TECNICA COMERCIAL ADEMAR VASQUEZ CHAVEZ

En 1958, con el inicio de la nueva era democrática, el Ingeniero Luis Caballero Mejias es llamado por las autoridades educacionales y nombrado Director de la recién creada Dirección de Educación Artesanal, Industrial y Comercial. Durante su ejercicio se estructuró el sistema de Educación Técnica del país, con planteles de Educación Artesanal, Escuelas Industriales y Técnicas Industriales, Institutos de Comercio, Escuelas Técnicas de Agricultura y Escuelas de Oficios. Para infortunio de la sociedad Venezolana, sobrevino su muerte el 12 de Octubre de 1959 cuando tanto se esperaba de él.

Y es a partir de esa época, el 16 de septiembre de 1959, cuando en nuestro estado comienza la gesta de la Educación Técnica cuando los jóvenes Luis Subero, Miguel Gil, Marcial Serrano, José Sayago Chacón, José Ardila, José Ángel Galantón, Cesar Gómez, José Ignacio Zamudio, Olinto Corredor, Margarita Moreno como secretaria y muchos otros venidos de lejanas tierras crean en nuestra ciudad, que para aquella época era una especie de aldea rural donde todos se conocían, nace el Instituto de Comercio de Acarigua; esta nueva escuela no llamaba la atención de los pobladores por la influencia que tenía el Liceo José Antonio Páez.

El transcurrir del tiempo logró ir consolidando esta naciente institución, esta consolidación se debió a lo que allí se enseñaba. Los profesores eran verdaderos profesionales aunque laboraban sin tener un título universitario pero si tenían los conocimientos para transmitírselo a sus discípulos. Así vemos como surgieron taquimecanógrafos formados por José Sayago Chacón y el siempre recordado Prof. Galantón, contabilistas bajo la tutela del Prof. Miguel Gil. Eran maestros de la Educación Técnica.

Al estar en la Dirección de Educación Artesanal, Industrial y Comercial sus alumnos competían en los famosos Juegos DARINCO en donde las eliminatorias se realizaban en el antiguo estadio Roseliano Pérez frente a la plaza Páez desde donde surge la competencia sana con los estudiantes de la Escuela Industrial y el Instituto de Comercio de Guanare, todos bajo la tutela del profesor de deporte Raúl Almario.

El Instituto de Comercio marcó época, por estar situado en la avenida trece, hoy avenida Libertador en la famosa Casa de Alto que con sus altos ventanales y su portón testigo de la vida cotidiana de nuestra ciudad y al lado de la sede del partido COPEI fue testigo de la primera manifestación donde se aplicó gas del bueno. En esa oportunidad el comandante de la policía era el Sr. Mario Vargas y fue él quien estuvo allí y todo surge por las luchas políticas de la época, época cuando nuestro país se estaba reorganizando. Lo cierto del caso es que los jóvenes comunistas y copeyanos arremetieron contra nuestra institución a tal punto de quedar destruida para cumplir las labores pedagógicas. Esto ocurre en el año sesenta y seis y es a partir de allí cuando los estudiantes y profesores decidimos mudarnos a la edificación que actualmente es sede de esta institución.

La nueva edificación ahora ubicada en el barrio el Algarrobo, obra del famoso arquitecto creador de la Universidad Central de Venezuela el arquitecto Villanueva, surge con su majestuosidad como una construcción moderna, con aulas abiertas, laboratorios bien ubicados, baterías de baño cónsonas con la edificación. La única en su tipo en el país, construcción modelo para la enseñanza, aulas que se comunicaban una con otra para la teoría y la práctica de las asignaturas de mecanografía, taquigrafía, practicas de oficina, laboratorios, etc.

Esta construcción dio mucho de qué hablar a tal punto que existe una solicitud ante la Alcaldía del Municipio Páez para ser declarada como patrimonio cultural pero la dejadez y desidia de quienes tienen la obligación de continuar con esta lucha no ha permitido este logro.

Esta institución, hoy conocida como Escuela Técnica Comercial Ademar Vásquez en honor a uno de sus profesores, quien se destacó por su trabajo como docente y como dirigente sindical en el Colegio de Profesores de Venezuela, ha sido dirigido por baluartes de la educación, fueron directores que se preocuparon por el desarrollo tanto profesional como social del personal que allí se encontraba como de sus discípulos.

Tal es el caso del Director fundador José Sayago Chacón, profesor impecable en su vestimenta quien exigía a sus docentes la buena presencia y su buen rendimiento. Posteriormente Mauro Sánchez, quien vino a nuestro estado y tomo las riendas de nuestra institución para llevarla a un sitial de honor en nuestro estado. Rafael Liporaci, el siempre director un dictador para unos y un amigo para otros, fue él quien nos dio la oportunidad ya como profesionales de la docencia a que aplicáramos lo aprendido en la Universidad o en el Pedagógico dándole una categoría única a esta su querida institucion.

De allí surge parte de la nueva dirigencia sindical del Colegio de Peritos y Técnicos Industriales de Venezuela Seccional Portuguesa como Iván Gualdrón, Cruz Alvarado, Douglas Robles, Carmen Elena Linarez, Iván Salón, Ysrael Diaz y muchos otros que han hecho del sindicalismo parte de su vida.

Es hasta el Prof. Liporaci cuando la institución es dirigida por un Director titular, de allí en adelante aparecen los directores encargados, unos impuestos por la zona educativa y otros como Miriam Velásquez, Zoraida de Corcuera, docentes de la institución quienes con mística llevaron por buen camino el barco que podemos llamar Instituto de Comercio Acarigua o Escuela Técnica Comercial Ademar Vásquez Chávez.

Hoy a cincuenta años de la fundación vemos con preocupación la perdida de la mística y el sentido de pertenencia hacia la institución que nos permitió desarrollarnos desde nuestra adolescencia hasta hoy como jubilados de esta prestigiosa escuela en donde un personal supo dar la cara en todo momento por lo que allí se ponía a disposición de la industria y el comercio de nuestra ciudad como son los egresados que cada año se nutren de sabiduría y debemos todos cumplir con nuestro sagrado deber de enseñar porque no todos somos maestros… y recuerden el pensamiento de Luis Caballero Mejías: “No hay profesionales indignos, indignidad puede haber en quienes las ejercen, y eso es una condición humana y no de los oficios”…

Prof. Cruz Alvarado